Para entender mejor el concepto de contratación sostenible, veamos primero la definición de contratación pública. La contratación pública es la adquisición por parte del Estado y otras organizaciones públicas de bienes y servicios necesarios para el desempeño de sus funciones. En Portugal, la contratación pública está regulada por el Código de Contratos Públicos, aprobado por el Decreto-Ley 18/2008, de 29 de enero.
Una vez aclarado el concepto de contratación pública, es necesario aclarar el concepto de sostenibilidad y entender cómo ambos pueden cruzarse.
El concepto de sostenibilidad puede verse en el conocido concepto de desarrollo sostenible, definido por las Naciones Unidas:
Desarrollo que satisface las necesidades del presente sin comprometer la capacidad de las generaciones futuras para satisfacer sus propias necesidades, garantizando un equilibrio entre el crecimiento económico, el cuidado del medio ambiente y el bienestar social.
La contratación sostenible integra requisitos, especificidades y criterios compatibles y favorables a la protección del medio ambiente, el progreso social y el apoyo al desarrollo económico, concretamente buscando la eficiencia de los recursos, mejorando la calidad de los productos y servicios y, en última instancia, optimizando los costes.
La Comisión Europea define la contratación pública ecológica como la contratación pública para mejorar el medio ambiente. Es un proceso mediante el cual las autoridades públicas tratan de adquirir bienes, servicios y obras con un impacto ambiental reducido a lo largo de su ciclo de vida en comparación con los bienes, servicios y obras con la misma función principal que se adquirirían de otro modo.
Este enfoque se centra en la contribución de la contratación pública a la consecución de los objetivos de la política climática, y puede definirse como el proceso mediante el cual las organizaciones tratan de adquirir productos, servicios, obras y utilidades con una huella de carbono reducida a lo largo de su ciclo de vida y/o que conducen a una reducción de la huella de carbono de la organización, teniendo en cuenta las emisiones directas e indirectas.
Este enfoque de la contratación reconoce el papel que las autoridades públicas pueden desempeñar en el apoyo a la transición hacia una economía circular. Este concepto se define como el proceso mediante el cual «las entidades públicas adquieren obras, productos o servicios que contribuyen a cerrar los ciclos de energía y materiales en las cadenas de suministro, minimizando, o preferiblemente evitando, los impactos ambientales negativos y la producción de residuos a lo largo de todo su ciclo de vida».
Su objetivo es lograr resultados sociales positivos en la contratación pública. Este planteamiento puede promover las oportunidades de empleo, la mejora y el reciclaje de la mano de obra, el trabajo digno, la inclusión social, la igualdad de género y la no discriminación, la accesibilidad, el comercio ético, así como tratar de lograr un mayor cumplimiento de las normas sociales.
La contratación pública de innovación (CPI) se refiere a la compra del desarrollo de nuevas soluciones (productos, servicios o procesos que aún no existen) o de soluciones innovadoras (con características sustancialmente nuevas) que entran en el mercado. En este caso, la contratación para la innovación pretende abrir posibilidades de innovación a nivel de productos, servicios, procesos organizativos (la forma en que se organiza el proceso de contratación) e innovación social (la forma en que se diseña y suministra el producto/servicio).
La contratación pública sostenible impulsa la innovación y fomenta el desarrollo de productos y servicios más ecológicos. También permiten ahorrar al tener en cuenta todo el ciclo de costes y preparan mejor a las autoridades para afrontar los retos medioambientales.
La contratación pública ecológica reduce las emisiones de CO2 mediante la construcción y el transporte eficientes, así como la elección de productos y servicios con una menor huella de carbono.
La contratación sostenible incluye las compras ecológicas, que promueven la eficiencia de los recursos, la calidad de los productos y los costes, en consonancia con la protección del medio ambiente y el progreso social.
La contratación sostenible incluye las compras ecológicas, que promueven la eficiencia de los recursos, la calidad de los productos y los costes, en consonancia con la protección del medio ambiente y el progreso social.
La contratación sostenible incluye las compras ecológicas, que promueven la eficiencia de los recursos, la calidad de los productos y los costes, en consonancia con la protección del medio ambiente y el progreso social.
La contratación sostenible incluye las compras ecológicas, que promueven la eficiencia de los recursos, la calidad de los productos y los costes, en consonancia con la protección del medio ambiente y el progreso social.
La contratación sostenible incluye las compras ecológicas, que promueven la eficiencia de los recursos, la calidad de los productos y los costes, en consonancia con la protección del medio ambiente y el progreso social.
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